¿ Quienes Somos ?

viernes, 4 de noviembre de 2011

El de las figuritas


Por Cristian Dellocchio
La mudanza de los Hornets a Nueva Orleans en 2002, dejó a la ciudad de Charlotte huérfana de un equipo de baloncesto. Sería dos años después, tras una decisión del gobierno local junto a inversores privados, cuando se creasen los Bobcats para suplir ese cupo vacío en la NBA. Dos posiciones en el sorteo de ese año y un draft de expansión rellenarían el plantel que encararía la temporada debut de 2004-2005.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Detrás de todo gran equipo hay un enorme entrenador

Por Joaquín Branne
Pases cortos y precisos, movilidad y alguna que otra gambeta. Las líneas juntas, la presión constante y el juego colectivo por encima de las individualidades. El modelo que Guardiola implementó en el Barcelona no admite objeciones y difícilmente pueda ejecutarse mejor. “Creo en el trabajo, el esfuerzo y el talento. Sé que sólo no puedo hacer nada, que necesito otro mundo. Será un trayecto duro pero persistiré. Es un trabajo complicado, pero gratificante”.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Fernando Gago: De promesa a jugador clave (Parte I)

Por Joaquín Branne
Desde su llegada al Real Madrid en el 2006, Fernando Gago debió soportar todo tipo de presiones. Lejos de su país y siendo todavía un adolescente con poca experiencia en el fútbol argentino, el juvenil volante central arribó a España obligado a rendir en un equipo de estrellas, acostumbrado a los títulos y con un público demandante de éxitos constantes.
La apuesta, claro está, no resultaba para nada sencilla, pero la oportunidad de retribuir la confianza depositada significó para Gago una enorme posibilidad de crecimiento. En los diarios locales su contratación fue tapa varios días y durante las primeras prácticas, los ojos de los aficionados estuvieron reposados en este exquisito mediocampista que muchos imaginaban como el nuevo gran sustituto de Fernando Redondo.

viernes, 26 de agosto de 2011

Con final abierto




Por Lucas Parnes

Cuando tenía solo trece años, Francesc Fábregas se veía muy apenado por la separación de sus padres, fue por eso que su director técnico en “La Masía” llamó a Josep Guardiola, el ídolo de la joven estrella, para levantar su animo.

"Para Francesc Fábregas, esperando que de aquí a unos años te vea con la 4 en el Camp Nou. Salud y suerte. Pep Guardiola".  Decía la firma soñadora que aquel mítico volante central estampó en la camiseta del muchacho.

El destino quiso que tan solo unos años después Cesc partiera rumbo a Londres para jugar en el Arsenal, donde creó su reputación en el mundo del fútbol demostrando fantásticas cualidades técnicas y una gran capacidad para entender este deporte.

Mientras tanto, el Barcelona construía de a poco el equipo de ensueño que ahora esta en boca de todos. Aquel que siempre apuesta al juego y al buen trato del balón. Messi, Iniesta, Xavi, Puyol y otros tantos lograron una impresionante cantidad de títulos batiendo todos los records posibles.

Sin embargo, Pep sabía cual era la pieza que le faltaba. No por una necesidad imperiosa en lo futbolístico, sino por una historia que debía ser escrita. La de Fábregas y el FC Barcelona.

Desde el mismo momento en que Cesc pisó las inmediaciones del Camp Nou se supo allí iba a encajar a la perfección. Lo rápido que logró adaptarse y la relación que forjó con sus compañeros es la inconfundible sensación de alguien que regresa a su verdadero hogar.

Y como regalo de bienvenida, el 4 ya ha cosechado dos títulos con el equipo “Blaugrana”, habiendo disputado tan solo tres partidos. La misma cantidad de trofeos que consiguió alzar en ocho años con el Arsenal inglés.

El final del  libro de Cesc Fábregas y el Barcelona vuelve a estar abierto y promete relatos épicos de ahora en adelante. Demostrando que este equipo no se cansa de hacer historia, tanto dentro, como fuera de la cancha.

sábado, 13 de agosto de 2011

Un galés suelto por Inglaterra

Por Cristian Dellocchio
Los 45 millones de euros por Sergio Agüero (Manchester City), los 22 por el internacional inglés Stewart Downing (Liverpool), una cifra similar por la promesa belga Romelu Lukaku (Chelsea) u otra por el portero español David De Gea (Manchester United) renovarán, entre otras compras, el arranque de una siempre económicamente excéntrica Premier League que hoy, inmersa en la crisis social que atraviesa Inglaterra, dará comienzo a su vigésima edición. Sin embargo, alejado de esa oleada de billetes, el lunes por la noche cerrará la fecha la presentación del debutante equipo galés Swansea City. Sí, galés.

jueves, 11 de agosto de 2011

Un recuerdo inolvidable


Por Joaquín Branne
“Esto me está matando”. El Melbourne Park permanecía en silencio, mientras las cámaras de televisión enfocaban el rostro desconsolado de Roger Federer.
Sentado en el banco, con la cabeza gacha y las manos en la frente, el mejor jugador de tenis de todos los tiempos hacía su momento de luto ante una multitud que atónita aguardaba por la entrega de premios. “Al principio estás disgustado, sorprendido y triste, son muchos sentimientos los que tienes. El problema es que no puedes irte al vestuario y darte una ducha fría. Tienes que salir fuera. Y ése es el peor momento”. El discurso de Federer aún hoy retumba en los pasillos del principal estadio de Australia. Allí, ante más de quince mil personas, el suizo acababa de perder su quinta final consecutiva a manos de Rafael Nadal y de esta manera, cedía aún más terreno a sus intenciones de recuperar el primer puesto del ranking mundial.
En un repaso de su carrera, Roger Federer difícilmente pueda olvidar aquella triste tarde de enero. Acostumbrado a las victorias, cuando el suizo decida abandonar el tenis y recueste su cabeza sobre la almohada con sus hijas ya crecidas y un futuro económico aún más consolidado, probablemente la imagen de la derrota gobierne en su interior, como uno de los momentos más tristes de su vida profesional. Entre tantas distinciones, premios, homenajes y elogios, recordará cada detalle de esa final perdida en 2009. Los errores, los aciertos, las emociones y el compungido desenlace. El aplauso de la gente y el abrazo con Nadal. El desconsuelo de su esposa y ese instante en que el mundo cayó encima de él. En las páginas doradas de su exitoso libro, no faltará ninguno de estos momentos. La historia quedará marcada a fuego. Y ahí, entre tantos grandes acontecimientos, surgirá una imagen que lo cautivará y le hará recobrar el llanto. 

lunes, 1 de agosto de 2011

El hombre indicado

Por Joaquín Branne
Con los ojos espejados y una sonrisa pocas veces antes vista en él, Alejandro Sabella se preparaba para dar un discurso histórico e inolvidable. Habían pasado pocas horas de la consagración de Estudiantes en el apertura 2010 y una multitud, inmersa en la felicidad propia de un acontecimiento de este tipo, aguardaba expectante por su palabra, por esa voz que tantas veces hizo emocionar y que ahora no haría más que dejar en claro los valores inherentes de este logro. “Somos la dignidad, somos la integridad, somos el esfuerzo que conmueve, somos el espíritu indomable, somos…la fe, la esperanza, un grupo de jugadores hermanado en la solidaridad, que tienen adentro suyo una sangre roja y blanca y dan todo por el club”. La frase de Alejandro se hizo eco en los corazones de cada uno de los hinchas presentes. Para ellos, la alegría ya era llanto y el llanto mismo la posibilidad de expresar la emoción propia de un momento único, que seguramente quedará por siempre instalado en la memoria y que por más años que pasen, perdurará ahí, para ser contado, para revivirlo y quizá volver a emocionarse.
El discurso continúa, pero la imagen es la misma. Aplausos, gritos, fuegos artificiales, aplausos, rojo, cantos, lágrimas, emoción, blanco, abrazos, besos y un nombre que se repite cada vez con mayor énfasis. Alejandro Sabella es el hombre de la historia, de una historia que quizá pueda repetirse, aunque los colores seguramente serán otros.

El día que perdió Grondona

Por Joaquín Branne
“Se suspendió la idea, no tengo interés en modificar nada”. La frase de Julio Humberto Grondona no está sacada de contexto ni tiene otras intenciones. El presidente de la AFA, casualmente a un día de la multitudinaria marcha en reclamo al proyecto de modificación del torneo de primera división, confirmó, a través de un comunicado de prensa, el incumplimiento de aquella consideración de fusionar la primera división con la B Nacional y conformar una liga de 40 equipos, algo inédito en el fútbol mundial. El despropósito surgió un lunes como cualquier otro en una reunión de comité ejecutivo. Allí, entre más de 30 directivos de diferentes clubes, Julio Humberto Grondona, había “acercado gentilmente” la propuesta para ser evaluada y posteriormente aprobada por más de la mitad de los presentes. Pero para su sorpresa, la idea de conformar un solo torneo con el doble de equipos y eliminar los promedios, algo que seguramente pensó que le iba a otorgar el apoyo de los simpatizantes de los equipos grandes más comprometidos con el descenso,  no tuvo grandes adhesiones.
Millones de personas y casi una totalidad de la prensa mostró un claro disconformismo con esta idea que en caso de no haber tenido tantas repercusiones negativas, hubiese sido aprobada en el mes de octubre y puesta en vigencia el año siguiente, con la inclusión asegurada de 16 de los 20 equipos de la B Nacional y el apartamiento total del Grupo Clarín en las transmisiones televisivas, para muchos, la gran razón de este intento de modificación. 
Una locura más por parte del cuerpo dirigencial de la AFA hizo tambalear, por unas semanas, la integridad del fútbol argentino de primera división. Aunque está vez, felizmente, el exceso de poder y los negociados ocultos no pudieron contra la oposición de la gente.

sábado, 16 de julio de 2011

Acá lo tienen

Por Cristian Dellocchio
El 30 de marzo de este año, en San José, se producía una letal combinación entre un partido aburrido y un horario de transmisión trasnochador. Argentina y Costa Rica empataban sin goles a altas horas de la noche, y obligaban a que interceda la imaginación de cada uno para no rendirse ante la almohada.
       En ese auxilio imaginario que evitaba el triunfo del sueño, se hacía presente la reacción del público costarricense que reclamaba la presencia en el campo de juego de un Lionel Messi que quedaba en el banco. ¿No querría uno, hincha de su seleccionado, que el rival llegue siempre diezmado y así vencer, o tener más chances de hacerlo, todas las veces? Si dieran a elegir a espectadores, jugadores y técnico argentinos entre la posibilidad de que Brasil viniese a jugar al Monumental sin su máxima figura, ¿no daríamos el sí acaso sin pensarlo? Más próximo en el tiempo, hasta la ausencia del hace poco ignoto Joel Campbell hubiera alivianado a más de un argentino en la previa del partido perteneciente al Grupo 1 de Copa América entre la selección de Sergio Batista y la de Ricardo Lavolpe.
Antes del comienzo del partido, el cariño del público cordobés hacia el diez argentino quizá auguraba semejante devolución futbolística del crack. En el último encuentro, tras el empate frente a Colombia, el equipo se había retirado abucheado en Santa Fe, en una de las seguramente pocas o tal vez única triste salida de una cancha en la carrera de Messi, que ni antes ni después recibió ovación alguna. Ahora, enfrente estaba Costa Rica que tenía la posibilidad de eliminar a Argentina de su propia copa y así, asegurar su clasificación. Esta vez, ¿querrían que juegue el mejor del mundo, como en aquel amistoso?
Terminó el partido. Argentina 3, Costa Rica 0. El crack de Barcelona resignó la búsqueda de un gol albiceleste que parece serle esquivo para dedicarse a asistir constantemente a sus compañeros. Totalizó 60 pases en la mitad de cancha rival, con un 93% de efectividad. Dos asistencias terminaron en gol, y otras seis de neto peligro no pudieron ser aprovechadas por los delanteros. Hasta, una vez terminado el partido, abanderó una discusión estéril con el árbitro por la tarjeta amarilla que dejará afuera del próximo choque a Ezequiel Lavezzi, exponiendo su calidad de compañero y por qué no, vislumbrando un proyecto de líder.
Ya con el diario del lunes, o del miércoles mejor dicho, el equipo de Lavolpe pasó de ser verdugo argentino a quedar eliminado de la copa. Costa Rica pertenece a un estilo centroamericano que se parece en algunos aspectos al fútbol africano, fútbol alegre, fútbol puro, despreocupado de los aspectos estrictamente tácticos o defensivos. Tal vez sea ese espíritu el que motivó a los hinchas “ticos” a reclamar la presencia de Lionel Messi en el equipo que se les enfrentaba aquella vez. O bien podría deberse al simple hecho de haber sido un partido amistoso aquel de marzo que, sin puntos en juego, se transformó en un espectáculo dedicado a disfrutar al mejor jugador del mundo, sin importar la camiseta.
Lo pidieron ellos. Lo pedimos nosotros. Lo piden todos. Sin embargo, la única certeza es que Messi apareció y Argentina volvió a ganar.

viernes, 1 de julio de 2011

Estilo ajeno



 Por Lucas Parnes
Argentina igualó 1 a 1 con Bolivia y una cosa es clara. La Selección no estuvo a la altura de las expectativas creadas en estos días previos al debut. La premisa de Sergio Batista de crear un equipo alrededor de Messi, quizás una imitación del Barcelona, no se vio en ningún momento del partido y hasta se podría concluir en que se rescato el empate.

Por supuesto que no es momento de salir a romper todo, a pedir renuncias y reclamar vueltas, pero si hay que analizar seriamente lo que sucedió esta noche para afrontar los partidos que se vienen a partir de ahora.

Extrañamente, por momentos dio la sensación de que la idea del juego asociado, de estar tocando constantemente la pelota, le dio desconfianza a algunos jugadores capaces de quebrar defensas con maniobras individuales. Probablemente, la gran diferencia de la Selección con el Barcelona es justamente el rol de su máxima estrella, Lionel Messi.

El equipo catalán, no está armado alrededor del rosarino. A este se le da la libertad de moverse por todo el sector de ataque para entrar en juego cuando el lo considere necesario. Si no hay lugar toca de primera, si lo hay explota hacia el arco y no hay modo de pararlo.

En la idea del “Checho”, el funcionamiento del equipo depende de Messi, por ende, el jugador tiene la presión de que todos sus compañeros estén buscándolo siempre, limitando su capacidad de moverse sin el balón para esperar el momento adecuado en el que ponerse en acción.

Días atrás, Nicolás Burdisso dijo en una entrevista que es imposible que Argentina copie al Barcelona, porque no tiene el mismo estilo de jugadores. No por eso peores, claro está. Entonces, una buena alternativa sería precisamente tratar de liberar un poco a la “Pulga”, que otros jugadores sean los encargados de manejar los ritmos y esperar a que el crack aparezca. Porque algo es seguro: Messi, ya va a aparecer.

martes, 28 de junio de 2011

Fríos números



Por Cristian Dellocchio
Las estadísticas, fríos números que se escriben cuando una pelota entra o pega en el palo, cuando un entrenador desesperado realiza un cambio que espera sea salvador, o cuando una patada se pinta de tarjeta roja, a veces reflejan realidades que el juego no exhibe. Con el resultado puesto de un River descendido, un posible análisis sobre el causante de esta crisis futbolística en el club más ganador del fútbol argentino es el matemático: 64 jugadores, 6 técnicos, 2 presidentes, es, entre otros, el saldo que dejaron tres temporadas atrapadas en el promedio que obligó a la entidad millonaria a jugar la fatídica promoción. Los números:

miércoles, 22 de junio de 2011

Mala sangre



Por Lucas Parnes

La imagen de aquel hincha de Huracán que escucha por la radio el gol de Boca y le vuelve el alma al cuerpo a quedado hoy como una simple anécdota que algún que otro nostálgico recordará muy de vez en cuando.

Unos días atrás ese gol de Cellay le daba la chance al “Globo” de mantener vivo, aunque sea por un rato, la ilusión de quedarse en la primera división. Sin embargo lo único que se consiguió con esto fue simplemente alargar un poco más el sufrimiento de todo el pueblo quemero.

El equipo de Pompei no sólo no falló a lo largo de casi todo el campeonato sino que desperdició esta última oportunidad (calificada por su propio entrenador como una “señal del cielo”) en 30 minutos de puro nerviosismo, impotencia y errores, frente a Gimnasia, que sin hacer demasiado, tendrá el privilegio de jugar la promoción para mantener la categoría.

El error de Ospina, las dos faltas de Soplán y la inentendible reacción de Cámpora, fueron claras muestras de lo que fue Huracán, no solo en este torneo, sino desde la salida de Angel Cappa y el completo desarme del famoso equipo del “tiki tiki”. Habrá que ver si los nuevos dirigentes que se vendrían, saben como obtener provecho de este descenso. Quizás, confiar en un proyecto a largo plazo, pueda llevar a los de Parque Patricios a retornar a ser el club que supó ser en alguna época, ya lejana, pero muy extrañada por todos.

martes, 21 de junio de 2011

De goles y de amores



Por Lucas Parnes
Me acuerdo que esa tarde no venía muy distinta a cualquier otra. Como todos los sábados, me había levantado cerca del mediodía y después de comer algo livianito me tomaba mi tiempo para armar el bolso. Nunca supe bien porque pero hacer esto siempre fue una especie de ritual para mi, antes de salir para los partidos le dedicaba varios minutos a ubicar muy ordenadamente todas las cosas en el bolso, me lo cargaba al hombro y salía caminando tranquilo para el club. Mis viejos iban un poco más tarde pero yo prefería ir solo, me ayudaba a pensar, me calmaba.
Se ve que ese día venía pensando en alguna de esas huevadas existenciales, quizás por eso lo que pasó después me impactó tanto. Nuestro partido arrancaba a las dos de la tarde porque la primera jugaba a las cinco. Como el equipo ya no peleaba por nada seguramente iba a ser un día tranquilo, sin mucha gente en la cancha a la hora que jugábamos nosotros. Eso era bueno porque siempre fui un poco distraído y me colgaba mucho mirando a las tribunas.
Y eso era lo que estaba haciendo en ese momento. Habían pasado masomenos 20 minutos del primer tiempo, un defensor nuestro y el delantero del otro equipo se habían chocado fuertísimo por lo que el partido iba a estar  frenado  un buen rato. Fue entonces cuando la vi. Estaba parada en  donde comienza la tribuna lateral baja con los codos apoyados en la baranda que separa al público del campo de juego y la cara posada sobre sus dos manos.

Gracias Diego

Por Joaquín Branne
Por nunca darte por vencido ni aún en las adversidades más grandes. Por representar a la Argentina y llevarla a lo más alto del fútbol mundial. Por tus lágrimas de alegría con la consagración de 1986 y por las de tristeza en la derrota ante Alemania cuatro años más tarde. Por tu existencia. Por dar todo y nunca esperar nada. Por jugar como nadie. Por el potrero. Por esa zurda mágica y por la mano de dios contra los ingleses. Por el gol del siglo. Por ser el máximo exponente de nuestro país en el mundo entero. Por el barrilete cósmico. Por la humildad. Por no olvidarse jamás de las raíces. Por las gambetas y los goles. Por las patadas. Por jugar aún en las peores condiciones. Por tu sueños cumplidos. Por el día del doping en el Mundial de 1994. Por la maldita efedrina. Por el llanto desgarrador. Porque te cortaron las piernas. Por reponerte y seguir haciendo feliz a tanta gente. Por tu retorno al país. Por tu Boca querido. Por los piquitos con Caniggia. Por recordarte en cada charla de fútbol. Por las comparaciones estúpidas. Por tu despedida como jugador y tus comienzos como técnico. Porque la pelota no se mancha. Por tus coqueteos con la muerte. Por confiar en Palermo. Por la palomita contra Perú y porque la sigan chupando.

Por todo eso y mucho más.

Gracias Diego.

sábado, 18 de junio de 2011

Miguel no merecía este final

Por Joaquín Branne
Como toda etapa de la vida tiene un fin, ésta no podía ser la excepción para Miguel Ángel Russo. Su resonante alejamiento a la dirección técnica de Racing revalidó lo que parece ser una verdad absoluta en el fútbol argentino: la extinción de procesos extensos.
Al igual que tantos otros, Russo debió soportar la carga de dirigir un equipo que desde la prensa se denominó como serio candidato a ganar el título y que muchos suponían lo contrario o al menos instalaban la duda sobre cuan real podía ser esa afirmación.
Desde ahí en adelante, el entrenador convivió con todo tipo de infortunios. Lesiones, reclamos, dudas y hasta un enfrentamiento entre dos jugadores. Por no querer generar aún más revuelos que alimenten a los programas de televisión, su figura, con el tiempo, sufrió el desgaste habitual de un fútbol incapacitado para soportar las adversidades.
"Racing es un camino largo y despacio. Ya hablé con los jugadores y les deseo lo mejor a todos. A veces hay apuros importantes que no tienen sentido, los saltos de calidad necesitan tiempo", declaró el propio entrenador en el anuncio de su despedida. Fiel a su estilo, aceptó la decisión de los dirigentes, aunque no la compartió. Para él, salir adelante y reponerse del mal campeonato realizado podía ser posible si sus tiempos eran los tiempos de la dirigencia. Si su criterio a la hora de armar el equipo era respetado por Molina y los otros escandalosos personajes que lo rodean. Convencido de su capacidad y soportado por una buena base de jugadores, Racing modelo apertura 2011 podía haber sido la contracara de este prometedor equipo, que por momentos jugó un buen fútbol y por otros no logró soportar la presión instalada. Al fin y al cabo, fue él quién logró recuperar la ilusión de una hinchada ávida por volver a la primera plana del fútbol argentino. Una promoción y un presente devastador no era tarea sencilla para ninguno. Y así todo Russo dio la cara en un momento crítico, soportando todo tipo de injusticias y trabajando silenciosamente, sabiendo que no hay mejor receta para salir adelante. Con él en el banco, Racing obtuvo el mejor porcentaje de puntos respecto a los seis técnicos anteriores. De 52 partidos dirigidos, logró 23 victorias, 9 empates y 20 derrotas, lo que da un total exacto del 50%. Bastante más que los 39% de Merlo y apenas por encima del 44% conseguido en las conducciones de Caruso Lombardi y Gustavo Costas.
Ni que hablar si nos referimos a materia de refuerzos. A su llegada al club la acompañó las contrataciones de Moreno, Licht, Toranzo, Gutiérrez, Hauche y Pillud entre los más destacados. Nada de Rosano, Brítez Ojeda y Tavio en su conducción. El buen ojo para optar por los dos colombianos fue, sin lugar a dudas, uno de los grandes aciertos de Russo en el año y medio que estuvo al frente del equipo. Sus presencias en el plantel harán emocionar a más de un hincha acostumbrado a la mediocridad de las últimas décadas. La fórmula Gio-Teo promete mucho y el fútbol de galera y bastón seguramente se rememore en Avellaneda, aunque su gestor ya no estará en el banco para verlos juntos por primera vez.

jueves, 16 de junio de 2011

Último capítulo: Ganar o reventar


Por Joaquín Branne
Nadie puede quejarse de este final de campeonato. Los eternos castigadores del fútbol argentino y aquellos que, pese al flojo nivel de juego mostrado en estos últimos años, mantienen intacto el amor y la pasión por el torneo local tendrán un último capítulo apasionante. Noventa minutos de pura emoción, que determinarán la suerte de seis equipos. Quilmes, Gimnasia, Huracán, Olimpo, River y Tigre se repartirán el protagonismo y los puestos de descenso y promoción en una jornada única e histórica.
Con un mismo objetivo pero con distinta finalidad (algunos aspiran alcanzar la promoción, otros zafar de todo), cada uno de los equipos comprometidos deberá ganar su partido y esperar otros resultados para asegurarse la salvación. Excepto Tigre, que es el mejor ubicado de los seis y con una victoria certifica la permanencia, los demás estarán con la radio en la oreja o pendientes de algún mensajito esperanzador que les confirme lo que tanto soñaron en los días previos: que los rivales directos pierdan sus partidos correspondientes.
En la recta final no hay candidatos ni equipos que lleguen mejor que otros. Como en las finales, es a ganar o morir. El pasado no tiene valor, ni favorecerá a aquellos planteles que milagrosamente a falta de una fecha mantienen intactas sus chances de subsistir en la primera división. Pero así como no pesarán los momentos de cada uno, tampoco tendrá demasiada importancia los rivales a enfrentar. O mejor dicho, influirá pero no cambiará la idea de ir en búsqueda de la victoria. Haciéndolo ejemplo podríamos afirmar que Boca es más que Gimnasia y que un partido común de campeonato, el equipo platense se conformaría con un empate. Lo mismo para Lanús y River y quizá algún otro encuentro a disputarse en la misma hora. No hay vuelta que darle. Los seis planteles saben bien que si quieren permanecer en primera deberán ganar como sea, más allá de lo que puedan hacer los demás. Jugar con las matemáticas es un riesgo demasiado grande que ninguno, imagino, estará dispuesto a asumir. 

martes, 14 de junio de 2011

La reinvención de Godoy Cruz

Por Joaquín Branne
La salida de David Ramírez hacía temer lo peor para Godoy Cruz. El volante ofensivo y principal figura del equipo mendocino se incorporaba a Vélez en una de las grandes novelas del verano y sus hinchas, dolidos por el alejamiento, comenzaban a imaginar un futuro complejo, sin el protagonismo de la temporada pasada. "Si a él y a los otros muchachos les sumamos los refuerzos que van llegando, creo que se va a armar un muy buen equipo”, declaró Da Silva a pocos días de confirmarse en el cargo de entrenador. Su intención de mantener a Ramírez resultó ser prioritario para el esquema de juego que procuraba utilizar. Lo quería delante de los cuatro medios siendo el nexo con los dos hombres de ataque. Ya lo había imaginado, inclusive, con la diez en la espalda, acompañando a un mediocampo de elite integrado por Villar, Olmedo y Carlos Sánchez, una de las grandes relevaciones de la temporada 2010.

lunes, 13 de junio de 2011

El Enzo de la gente


Por Joaquín Branne
Imprevisible, explosivo, asistidor, veloz, gambeteador, dinámico, atrevido, desequilibrante. Enzo Pérez es todo eso y mucho más. Cuando llegó a Estudiantes de la mano de Simeone, muy pocos creyeron que este jovencito podría ser capaz de destacarse en un plantel que venía de ser campeón. Las referencias eran pocas y parecían no bastar para invertir en su contratación. Algún que otro buen desempeño en Godoy Cruz y la imperiosa necesidad de un reemplazante para José Sosa, transferido al Bayern Munich, terminaron de convencer al entrenador y los dirigentes para ir en búsqueda de él. Y así fue como llegó a Estudiantes. Sin mucho ruido, pero con el deseo y la ilusión de poder demostrar todo su potencial.
De Enzo Pérez pasó a ser Enzo a secas cuando, al poco tiempo, se ganó el cariño de la gente. Su enorme habilidad fue una inmejorable carta de presentación para el hincha de Estudiantes.
En su película no habrá manchas negras ni momentos olvidables. No podrá faltar la consagración en Brasil, su papel fundamental en el apertura 2010, los goles a Gimnasia y la enorme entrega de un jugador que nunca se creyó más que nadie, aunque en la cancha así lo fuese. El retrato besando al escudo y sus declaraciones de amor al club tampoco serán olvidados por la gente de Estudiantes, que ayer se dio gusto de poder verlo en cancha antes de su viaje a Portugal.
Simpático para los suyos, temido por rivales y admirado por la prensa, Enzo Nicolás Pérez está en boca de todos. Y bienvenido sea.

Fútbol de primera

 
Por Lucas Parnes

El Campeonato Clausura 2011 estuvo marcado por una feroz lucha en la tabla de los promedios, relegando a un segundo plano la pelea por el título. Los medios, sedientos de catástrofe, se pasaron el torneo alimentando fecha tras fecha esta encarnizada batalla por no descender.

Veléz Sarsfield se consagró merecidamente campeón una jornada antes de que termine el certamen y de esta manera, como si fuera a propósito, el próximo fin de semana estará dedicado casi por completo a la temida tabla de abajo. Solamente un par de encuentros que definirán las plazas continentales podrían sacarles algunos flashes pero no parece que esto vaya a suceder.

Tigre, River, Olimpo, Huracán, Gimnasia y Quilmes se juegan sus últimas fichas de salvación en un domingo que promete emociones, desilusiones, alegrías y tristezas, en fin, lo que a la gente le gusta ver.

Todos los partidos que involucren a estos equipos deberían jugarse al mismo tiempo y si esto sucede se pronostica una sobrecarga de información en las redacciones, radios, televisores y portales de Internet.

 

miércoles, 1 de junio de 2011

Cuestión de respeto


 Por Lucas Parnes

La vergonzosa derrota de la Selección Argentina Sub – 25 puso en jaque a esta nueva moda de armar equipos alternativos para probar jugadores que buscan demostrar que pueden ser tenidos en cuenta para la “Verdadera” Selección.

Cuando Sergio Batista creó este combinado de jugadores menores a 25 años parece haberse olvidado de la camiseta que su equipo iba a vestir. El dinero que ingresa por jugar (o solo participar) en estos amistosos se vuelve incómodo al ver resultados y funcionamientos como el del partido de hoy.

Pese a ser también fuertemente cuestionada, la “Selección local” encuentra un cierto respaldo en la acertada decisión de entrenar aunque sea una vez por semana. Algo que fortalece a un grupo humana y futbolísticamente. Sin embargo, ni siquiera de eso se puede jactar este nuevo Sub – 25, que marca a sus jugadores con una estrepitosa caída producto de la inexistente preparación conjunta de muchas individualidades que tienen un buen nivel en las principales ligas del mundo.

Incluso el mismo Batista le quito protagonismo a sus muchachos que quedaron opacados por la lista de la Copa América que el técnico dio a conocer anoche. Tan solo Pablo Zabaleta y Ezequiel Garay figuraron en ambos equipos.

Habrá que replantearse si las cuentas cierran en la relación costo – beneficio que proponen estos amistosos antes que sea tarde y el respeto por la camiseta albiceleste se siga perdiendo partido tras partido.

domingo, 22 de mayo de 2011

Chicago Bulls, el gigante que busca resurgir


Por Joaquín Branne
La desazón de no haber podido incorporar a Magic Johnson en el draft de 1979 todavía perduraba entre la gente y los directivos de Chicago Bulls. La joven estrella de la Universidad de Michigan, que por ese entonces se consagraba campeón tras varios años de sequía, abandonaba la NCAA y en una operación extraña se incorporaba a un renovado equipo de Los Ángeles Lakers.
No era un buen final de década para Chicago. Los malos desempeños en las últimas temporadas de la NBA y la imposibilidad de adquirir al base sentenciaron las aspiraciones de un público que reclamaba mayor protagonismo. En este clima de tensión y nerviosismo Tim Thorn debió dar la cara. El manager general del equipo de Illinois respondió a las peticiones de los hinchas y con la incorporación del ala-pivot David Greenwood intentó revertir el mal momento deportivo y comenzar a creer posible la obtención del primer título de la historia.

miércoles, 27 de abril de 2011

Como siempre

 Por Lucas Parnes

Para los ojos de los mortales, los condenados a ser eternamente comunes y aquellos que se desean mediocres, se encuentra perdido. Por momentos  algunos hasta se olvidan que está y parece dar lo mismo si se hubiera quedado en su casa.

 Y así también lo siente él, ofuscado, molesto porque las cosas no están saliendo como tantas veces soñó ni como tantas otras realizó. Pero ahí se queda, no se rinde y continúa intentando. Piensa cada paso que da para poder encontrarse de una vez por todas con la oportunidad esperada. Y llega.

Tan solo empujarla para tomar una distancia mínima, pero abismal. Se desahoga y deja el terreno listo para lo que viene, lo que le gusta y disfruta. Porque ya cumplió con todos pero todavía tiene una deuda consigo mismo, con sus ideas y con la razón de su existencia.

Explota cerca de la mitad de la cancha y se hace parte de viento a medida que va dejando a los rivales plantados llevando la pelota cortita, como siempre, y solo se desprende de ella para prestársela al único lugar al que pertenece lejos de sus botines, el fondo de la red.

martes, 26 de abril de 2011

Gimnasia y un futuro incierto

Por Joaquín Branne
Las matemáticas son engañosas y muchas veces pueden resultar demasiado crueles. Los que por obligación acostumbran en el fútbol a convivir con la presión de los números prefieren evitarlas y aquellos que mejor están no pueden prescindir siquiera de observarlas con temor. En el torneo argentino es una costumbre instalada. Las cuentas, los promedios, las rachas, los goles convertidos, todo forma parte integral del hábito futbolero. Es así por varias razones, pero principalmente por una: la necesidad.
La controversial tabla del descenso y las ya establecidas decisiones en cuanto a la disputa de dos campeonatos cortos en lugar de uno extenso ha llevado a que los números, en un contexto determinado, cobren mayor relevancia que el juego en sí y sean vitales a la hora de tomar medidas extremas. En el actual certamen varios son los equipos que mantienen una estrecha relación con las estadísticas. Quilmes, Huracán y Gimnasia, que casualmente y en este juego de las matemáticas no gana hace cinco partidos, son quizá los principales protagonistas de este vínculo inevitable. El conjunto platense es de los tres el caso más llamativo. Por nombres y rendimientos individuales, su situación no deja de sorprender. La interminable lucha por no rescindir su permanencia en la primera división resulta demasiado castigo para un equipo que ya ha tenido que padecer la disputa de dos promociones consecutivas en el año 2008 y 2009.

jueves, 14 de abril de 2011

Un día como hoy: El adiós a Dante Panzeri

Por Joaquín Branne
Dante Panzeri no murió en paz. No tuvo esa suerte. Los días de 1978 eran demasiado difíciles como para tener una merecida despedida. Habían pasado dos años del derrocamiento de Isabel de Perón y el clima de terror se mantenía instalado en las calles. Los militares al poder. Muertes y desaparecidos. La llegada del mundial de fútbol y el aprovechamiento para el Proceso de Reorganización Nacional. Dante siempre supo que había algo detrás de todo esto. Lo sabía bien. Por eso nunca dudó en enfrentar al poder.
En la dictadura de 1962 y ante las presiones de Álvaro Alsogaray, Panzeri había dado su primera gran muestra de valentía. Cansado de las influencias políticas del economista argentino, decidía abandonar la Revista El Gráfico. No había caso. Los militares no eran su estilo. La Libertad de expresión, que por ese entonces parecía esfumarse, todavía tenía lugar entre sus convicciones. Priorizó la palabra. No transó con el poder, no les temió a los gorilas que manejaban el país. Cinco años más tarde, cuando presentó el libro “Fútbol, dinámica de lo impensado” bajo el gobierno de facto de Onganía, Dante volvió a cargar contra ellos, denunciando el perverso sistema de contraprestaciones que estaban por entablar la AFA y el régimen. En una nota publicada en aquel entonces, Panzeri decía: "El gobierno nunca le bajó ni le bajará la cortina a los clubes de fútbol. ¿Cuándo vio una cosa así en la Argentina? No pasa nada... No pasa nada". "Ese fue el primer síntoma de lo que vendría después. Y lo que vino después fue un simple acuerdo de 'prestación de servicios públicos del fútbol al Estado, a nivel compensatorio o amortizable del favor de 'no bajar la cortina'".
Fue un símbolo de la época, un hombre capaz de pelear por un país mejor. Dedicó su vida al periodismo y hasta los últimos días juró lealtad a la profesión. El 14 de abril de 1978, a pocos días del inicio del Campeonato Mundial de Fútbol disputado en Argentina, Dante Panzeri no tiene más fuerzas y fallece en el Instituto de Cirugía de Haedo. No podía permitirse estar vivo cuando ese momento llegue.

El Cerebro

Por Lucas Parnes

Y ahí se acercaba de vuelta la pelota. Esta vez a ras del piso con una velocidad lenta pero convincente, de manera tal que era seguro que iba a llegar a su destino, el pie del muchacho desgarbado cuya remera de algodón blanca  pedía urgente la jubilación que le permitiría ser pijama un par de años más antes de ser tirada.

Este chico tenía una capacidad prácticamente inhumana, que incluso los mejores jugadores del mundo hubiesen envidiado si supieran de su existencia. Sus amigos lo llamaban el Cerebro.

Nadie en el mundo entendía tanto de la dinámica del fútbol como él. Y tampoco nadie amaba tanto a este deporte. Su sueño, como el de todo niño, había sido ser futbolista profesional, pero hace ya varios años había dejado esa idea de lado. Entonces, se conformaba con jugar tranquilo con sus amigos.

Cada vez que iba a recibir una pelota, en el preciso momento en el que el pase de un compañero partía hacia su posición, el Cerebro armaba en su mente la jugada perfecta para la ocasión. Con una claridad, una justeza, siempre tan simple que si alguien pudiera meterse dentro de su cabeza entendería porque siempre parecía todo tan fácil desde ahí adentro.

Y así disfrutaba partido tras partido el Cerebro, imaginando las jugadas más hermosas de la historia con el como protagonista. Segundos antes de hacer contacto con el balón se embriagaba de fútbol mientras todo encajaba a la perfección. Tocando de primera con el empeine externo para ese compañero que se abría por la izquierda y corriendo a buscar la devolución, que en caso de llegar por aire dominaría con el pecho al tiempo que giraba el resto de su cuerpo de cara al arco que destrozaría con un zurdazo cruzado.

Que feliz se sentía cuando se visualizaba abriendo la piernas para dejar correr la pelota que atravesaba todo el campo, libre, inmaculada y certera hasta otro de sus compañeros. Esta vez se acercaría para recibir corto, pisarla con elegancia para  que siga de largo aquel ridículo rival que salía desesperado a marcarlo y ubicarla con la derecha en el ángulo del segundo palo que el arquero había dejado completamente descuidado admirando la magia que desplegaba el Cerebro.

Como amaba el fútbol este chico, cuanto le gustaba pasarse la vida en una canchita con las impecables jugadas que creaba su prodigiosa cabeza solo comparable con la pluma del mejor de los escritores o los dedos del más talentoso guitarrista. Tan radiante se lo veía mientras rodaba la pelota que ni siquiera el hecho de no poder concretar nunca ninguna de las jugadas que imaginaba le amargaba el momento.

Porque así era, el tenía un don, pero también debían soportar una terrible maldición. Simplemente era malo jugando al fútbol. Podía tener en su mente todos los movimientos pero jamás lograba imitarlos con el resto de su cuerpo, cualquiera hubiese sucumbido ante esta horrible situación, pero no el Cerebro.

Pese a que los balones le rebotaban como a un poste, que sus remates al arco apenas se levantaban del suelo, sus pases eran casi siempre interceptados por los contrario, incluso que a veces hasta se tropezaba y terminaba tirado cuando iba en busca de una pelota. Nada lo afectaba.

Este muchacho en lugar de odiar a su propio cuerpo por la incapacidad que le generaba, se limitaba a cerrar los ojos cada vez que erraba un gol, cada vez que trataba de amagar a un rival y la pelota se enredaba en sus pies como si tuviese los botines puestos al revés, el cerraba sus ojos y veía una definición preciosa, a los rivales tendidos en el suelo confundidos y a la tribuna desencajada exclamando su nombre mientras el, de rodillas, extendía sus brazos al cielo, agradeciendo a dios por haberle dado esa imaginación, tan poderosa que podía superar su propia realidad y hacerlo vivir todos sus sueños. En una mentira cierto, pero en la mentira mas hermosa de todas.
  

miércoles, 13 de abril de 2011

El candidato

Por Joaquín Branne
Hace dos días que vengo pensando en escribir una nota sobre la ausencia de grandes equipos en esta edición de la Copa Libertadores. Vaya uno a saber porqué desistí antes de comenzar. Que la intuición, que la duda, la pocas ideas, no sé. Algo dentro de mí me decía que estaba equivocado. Que todo lo que podría haber redactado aquella tarde de nada hubiera servido, que hubiese faltado a la verdad. A mi propia verdad. Porque ahora sí estoy seguro que mis reflexiones eran equivocadas, que suponía mal y que ninguno de los que leyese esa nota compartiría mi opinión. No porque busque hacerlo, ni mucho menos. Nunca me interesó demasiado concordar mi manera de ver la cosas con los demás. Siempre confié en mi criterio, y si así no fuese, nada podría hacer, porque es mi criterio, el que me tocó. No da andar cambiando porque otros no piensan como uno. La cuestión es que aquella tarde, por suerte, no escribí nada. Si lo hubiese hecho me sentiría ahora un boludo, que no tiene criterio (o mejor dicho un mal criterio, porque todos tenemos), pero como no lo hice, ahora soy un sabio, un erudito, puras pavadas.

lunes, 11 de abril de 2011

Messi, el único

Por Lucas Parnes

Resulta casi imposible no caer en los típicos elogios. Que la humildad, la sencillez, la tranquilidad y el compañerismo son lo que lo hacen grande. Que ya no quedan adjetivos, ni siquiera sustantivos, para describir su perfección.  Por supuesto que todo eso lo enaltece, lo ponen en lo más alto y parece que va a quedarse ahí para siempre, por delante de tantos otros.

Sin embargo,  todas esas cosas que se puedan decir, incluso aquellas para las cuales no alcanzan las palabras, son incomparables con ese momento sublime, divino, glorioso.  Ese instante en el que agarra la pelota y arranca. Porque siempre que lo hace algo sucede. Todo aquel que este mirando el partido se abstrae de lo que lo rodea aunque sea por un segundo, porque es inevitable.

Algo más insólito aún es lo que sucede cuando no está dentro de una cancha, no tiene la pelota en los pies, no hay miles de personas pendientes de su siguiente paso, gambeta o definición. Allí es otro. No lanza una bomba frente a una cámara, no sale involucrado en un escándalo real ni posa  semidesnudo para las revistas semana tras semana. Es simplemente uno más, incluso pasa desapercibido.

Pero cuando la agarra se transforma. Ese mismo chico que uno  ve y resulta lo más inofensivo del mundo se vuelve implacable. La peor pesadilla para los rivales  y el mejor de los sueños para los amantes del fútbol. Porque el que ama realmente el fútbol no puede negarlo. Quizás es aceptable un poco de bronca, producto de la inevitable envidia. Pero negar su calidad, cuestionar sus logros, poner en duda su pasión, eso no puede ser permitido.

Porque en el preciso momento que domina la pelota algo se instala en el aire. A veces pasa rápido porque la suelta para un compañero. Otras, dura un poco más, ilusiona, se va agrandando a medida que avanza y  sortea rivales. Pero de no concluye. Sin embargo, eso no es motivo de decepción, sino que parece estar todo armado para preparar el terreno y que todos estén listos cuando suceda. Porque de golpe se la vuelve a encontrar y esta vez no falla. Culmina la jugada de la mejor forma posible y  todo aquel que lo observa agradece. Excepto los rivales claro.

No hay palabras para describirlo  porque él no las necesita  para transmitir su mensaje. Aquel que lo siga lo sabrá disfrutar. Quienes no, se lo terminaran perdiendo. Pero a él no le importa, simplemente los dejará plantados, callados,  ridículos, como a otros tantos rivales.

Ronaldo, el distinto

Por Joaquín Branne
El tipo es bueno de enserio, dirían los viejos en una amena charla de café. Porque el fútbol ha cambiado, pero no la manera de sentirlo, ellos admitirían que Cristiano Ronaldo es un verdadero crack, o un jugador de puta madre si habláramos con un gallego fanático del Real Madrid.
En cualquier parte del mundo, quizá, el portugués sea reconocido de esta manera. Más allá del idioma y de las culturas propias de cada región, el talento de Cristiano ha logrado ser indiscutible. Porque su fútbol habla un idioma universal. Para todos (o casi todos), mencionar a Ronaldo, es referirse a un jugador deslumbrante, capaz de hacer lo que quiere, cuando quiere y donde quiere. Ya lo ha demostrado en el Manchester United con tan sólo 18 años de edad y ahora hace lo propio vistiendo la mítica casaca blanca del Real Madrid. En el Santiago Bernabeu, la casa del equipo merengue, logró conquistar el amor incondicional de los hinchas. En su presentación, 80.000 personas asistieron para darle la bienvenida y agradecerle haber elegido al club español por sobre otras opciones.
Llegar con la presión de haber sido el fichaje más costoso del fútbol mundial (96 millones de euros) no le generó ningún temor. Para Ronaldo, que se hable de él es lo que mejor que le puede pasar, porque ama la fama y porque, lejos de la humildad de otros cracks, se siente el mejor de todos. Ni Messi ni muchos otros grandes jugadores que marcaron una época en el fútbol se animaron a semejante declaración. Pero Cristiano es distinto hasta en eso. Es un ídolo diferente al prototipo general, un ídolo que se auto idolatra. Su egocentrismo es parte de sí, y lo encaminó a lo que es hoy en día. Creerse el mejor le sirvió para demostrárselo a los demás. Se convenció a si mismo de que lo era y eso le ayudó, aunque muchos no acepten su manera de ser. En las canchas españolas más de una vez le han hecho saber su desprecio.
El caso más reciente cita del 29 de noviembre del 2010, cuando el Real Madrid se midió ante Barcelona en el Camp Nou. Allí, ante una verdadera multitud de hinchas catalanes, el portugués debió soportar una silbatina constante luego de enfrentarse cara a cara con Xavi Hernández. Seguramente ese encuentro quedará marcado en su carrera deportiva. La derrota por 5 a 0 será un recuerdo imborrable para él, como también lo será no haber podido ser la estrella de aquel partido. Que las cámaras no lo hayan enfocado, a lo mejor le resultó más doloroso que la derrota en sí.

miércoles, 6 de abril de 2011

Goles: Barcelona 5 - Shakhtar Donetsk 1


Mensaje para Madrid

Por Lucas Parnes
El Barcelona aplastó por 5 a 1 al Shaktar Donetsk y prácticamente se aseguró su lugar en las semifinales de la Champions League. Donde para alegría de los que amamos el fútbol, se enfrentaría al Real Madrid que también goleó en su partido de ida. Teniendo en cuenta que además deberán verse las caras por la Liga y la final de la Copa del Rey,  podremos ver ni más ni menos que 4 clásicos en 17 días. A disfrutar...
Apenás comenzado el partido el equipo ucraniano asustó a todos en el Camp Nou tras llegar al área de Victor Valdés en una situación que finalmente no tuvo la definición correcta por parte de los delanteros visitantes. Si a esto le sumamos que Pep Guardiola había declarado que tenía un mal presentimiento con respecto a este encuentro, más de un catalán debe haberse preocupado. Pero el Barça necesito tan solo de unos segundos más para acabar con las especulaciones, porque Andrés Iniesta se llevó una pelota que rebotaba en el área y con una definición exquisita, pero que ya no sorprende, puso a su equipo 1 a 0 antes de que el cronómetro marcase dos minutos de juego.
Pese a esto, el Shaktar, o mejor dicho, los atacantes brasileros del Shaktar (D.Costa, Jadson, Willian y L.Adriano), se las ingeniaron para seguir haciendole fuerza al mejor equipo del mundo aunque sea por unos cuantos minutos. Sin embargo, precisamente otro  brasilero como lo es Dani Alves tiró una diagonal al vacío aprovechando la salida tardía de la defensa rival para conectar un milimétrico pase de Iniesta y con solo dos toques poner el 2 a 0.
Luego la historia fue la de siempre. Comandado por Xavi el Barcelona se apoderó de la pelota y terminó goleando a su rival de turno como es costumbre.
Tras el quinto gol, volvieron a aparecer en las tribunas del Camp Nou las manos de los hinchas “Blaugranas”  extendiendo todos los dedos al frente. Esta vez, más que para gozar al rival del momento parecen ser un desafío para su principal enemigo, el Real Madrid de Mourinho, Cristiano Ronaldo y tantos otros cuyas heridas, del 5 a 0 pasado, aún no han sanado. 

martes, 5 de abril de 2011

El partido de mi vida

Por Lucas Parnes
El partido estaba jodido. Veníamos abajo por dos goles,  3 a 1 o  2 a 0 la verdad no me importaba mucho en ese momento, no porque no le diera bola al resultado, eso es una pavada uno cuando juega quiere ganar siempre, al fin de cuentas es lo único que te deja irte a tu casa contento. Porque a mi que no me vengan con esa payasada que después de que nos metieron siete goles en el primer tiempo mejoramos en el segundo y terminamos perdiendo por cuatro porque eso es una mentira, no es que levantamos el nivel, los otros ya nos habían liquidado y se pusieron a joder, para que van a seguir corriendo, se sabe que si quieren en dos minutos nos meten otros cuatro.
Pero dejame volver a ese partido que me estoy yendo de tema y te aburrís de la historia, y mirá que esta es buena eh… la mejor historia de mi vida creo. Ya vas a ver.
Como te decía, estábamos tres goles abajo y jugábamos mal, pero mal en serio, no hacíamos dos pases seguidos, el arquero iba y venía para todos lados pero no había caso, los defensores no cortaban un ataque y los delanteros ni te cuento, ni una chance clara eh, ni una!. Ahí estaba yo, arriba sin que me llegue la pelota y cuando me tiraban una me rebotaba para cualquier lado, parecía estar viva.
Como si esto fuera poco justo cuando el árbitro avisa que faltaba un minuto para el  descanso, hay un corner para ellos. Siempre se me complicaban esas a mí. Porque en las canchas de fútbol 5 los defensores suben a pedirla como locos y yo nunca sabía a quien carajo marcar, me iba con uno pero cuando veía que arrancaba me quedaba con el otro y le pegaba el grito a algún compañero “ojo con ese!” pero siempre era tarde. El turro recibía solo, a la carrera, y le rompía el arco a cualquiera. Yo sabía que la culpa era mía pero de puro orgullo me hacía el enojado y protestaba porque yo había avisado que lo marque otro. En fin, tres goles abajo, el último por mi culpa y terminado el primer tiempo.
Y cuando estás perdiendo así uno no sabe porque le dicen “descanso” al entretiempo. Yo no descansaba nada, la cabeza me daba vueltas a mil por hora pensando en lo mal que estaba jugando y en algún compañero que saltaba con otro típico discurso que no sirve para nada. “¡Vamos a dejar la vida en la cancha viejo!” ¿Qué es eso dejar la vida? Yo te corro todas las pelotas, me muevo cuando no la tengo, la pido, trato de tocar de primera, pero cuando no te sale, no te sale. O simplemente sos malo. Pero eso de dejar la vida en la cancha que se yo como se hace, más uno no puede dar.
Pero bueno, lo que viene ahora te va a parecer una exageración, una joda del destino o algo así, pero apenas arranca el segundo tiempo se larga una tormenta terrorífica, de esas que en cinco segundos ya estás todo mojado. No sabes lo que era, las gotas pegaban que parecían piedras, yo hasta pensé que granizaba. Y ahí llegó la clave de esta historia.

Las consecuencias de traicionar un estilo

Por Joaquín Branne
Lo sucedido con el Arsenal ante Barcelona en la vuelta de los octavos de final de la Champions League parece no haberle bastado a Harry Redknapp para confirmar el mantenimiento de un estilo de juego. Haber traicionado su forma de sentir el fútbol, como también lo hizo Arsène Wenger en aquella oportunidad, lo ha condenado a una caída insostenible desde cualquier criterio de análisis. Porque en el juego de las suposiciones, el entrenador inglés confió erróneamente en determinados cambios sistemáticos para una estructura clara y tan marcada como la del Tottenham. El reemplazo de Lennon por Jenas y la invención de Bale como extremo derecho no han hecho más que poner en evidencia los desaciertos cometidos en su idea de sostener, con entrega como pilar fundamental, los constantes ataques de un equipo que de mitad de cancha para adelante ha demostrado estar capacitado para lastimar, futbolísticamente hablando, a cualquier intento de defensa. Y en ese esquema poco claro (4-3-1-1-1, con Peter Crouch como único punta y Van der Vaart más retrasado) que plantó en busca de la hazaña, el Real Madrid logró sacar provecho al mejor estilo Barcelona. Con circulación de pelota y movilidad, el equipo de José Mourinho se floreó ante su gente en una demostración de cómo es posible jugar bien al fútbol siendo ofensivo y pensando siempre en el arco contrario. La potencia de Adebayor y la habilidad de Ronaldo, Ozil y Di María hicieron posible, junto a la temprana expulsión de Peter Crouch, una victoria que en la previa aparentaba ser más complicada de lo que finalmente terminó siendo.
La abrumadora diferencia entre un equipo y otro se confirmó en los noventa minutos de juego, pero se gestó desde antes del inicio del partido, cuando Harry Redknapp decidió sustituir a Lennon y conformar un esquema ultradefensivo, traicionando así sus propias convicciones.

Djokovic y un presente que ilusiona

Por Joaquín Branne
Resulta casi inevitable imaginar un futuro sin Novak Djokovic como el nuevo número uno del mundo. Por voluntad, por coraje y por jugar como pocos lo hacen en el circuito profesional, el serbio está encaminado a ocupar en poco tiempo el lugar que hoy en día conserva más que merecidamente Rafael Nadal. Lo realizado en esta temporada invita a esa suposición. Porque más allá de los triunfos y la imbatibilidad de turno, Nole a dado sobradas muestras de una apta capacitación técnica y mental para cargar con la presión de ser el nuevo rey del tenis moderno.
Desde hace ya algunos años que su talento reclamaba una consideración especial, una mención distinta. Allá por el 2008, cuando obtuvo su primer Abierto de Australia, algunas voces vaticinaron, viendo las notables condiciones de las que era poseedor, un porvenir auspicioso para este joven que con tan solo 21 años de edad y poco rodaje profesional lograba alcanzar el Grand Slam derrotando en la final a Jo- Wilfried Tsonga. Aquella futura promesa de la que hablaron durante sus comienzos, es hoy el número dos del ranking ATP y sin lugar a dudas, la estrella del momento. Su andar demoledor en este inicio de competencia lo ha caratulado como el “jugador a vencer” y le adjudicó, por méritos propios, la firme convicción de creer que ser el número uno es sólo cuestión de tiempo y de no engañarse en procura de éxitos triviales.
Ayer por la tarde sorteó otro gran escollo en sus intenciones de coronación. En Miami y ante Rafael Nadal, Djokovic se dio el gusto de conquistar su séptimo Masters 1000 y con veinticuatro victorias consecutivas lograr el tercer mejor comienzo de la historia, detrás de Ivan Lendl (25) y John McEnroe (39). “Lo normal sería que Novak logre el número uno del mundo en un mes y medio o dos”, declaró Nadal con cierto grado de resignación luego de la derrota en los Estados Unidos. Está claro para todos, ya casi no quedan dudas, en caso de mantener este nivel, será inevitable imaginar a Novak Djokovic en la cima del tenis mundial.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Desvelo

Por Lucas Parnes

Es así... No hay con que darle. Porque mirá que uno sabe que tiene cosas más importantes en la vida, que dentro de pocas horas hay que levantarse para ir a la facultad o al trabajo. Da igual... además viste como es el tema del sueño, que es como acumulativo porque si hoy dormís dos horas menos de lo que pensabas después es como que te las debes a vos mismo y si no las podés cancelar con una siestita se te sigue acumulando y no te recuperas más en toda la semana.
Después estás del lunes al viernes medio boludo pensando que el fin de semana torras tranquilo... Pero no, imposible. Porque el viernes salís con tus amigos, el sábado con tu novia y otra vez la misma historia, seguís acumulando y el domingo siempre es complicado para nosotros. Porque por ahí te toca levantarte temprano para ir a la cancha... o a comer un asado, quizás las dos juntas y cuando te querés acordar ya se te vino encima la hora.
Y por favor que esta vez no pase lo mismo. Porque en la semana, además del sueño, cada tanto se te sigue pasando por la cabeza ese error, esa desgracia tan insignificante en la vida pero que a vos te rompe la cabeza .
Si te pasa de vuelta fuiste, otra noche de mierda, de vuelta para empezar mal la semana. Porque esto nadie me lo niega, si alguien me dice que no le pasa es porque  no lo siente de verdad. Y te lo repito, no hay con que darle, es así... Errarte un gol fácil te desvela, te deja dando vueltas en la cama más que esa mina que estuviste buscando y te regalo una sonrisa que ilusiona, más que cuando no te acordás como empezaba esa canción que estabas cantando, o cuando hace tanto calor que se te quedan hasta la sábanas pegadas.
Nada se compara con lo mal que la pasas a la noche cuando te perdés un gol hecho, y peor si encima con ese gol empataban o ganaban un partido. No hay con que darle, la próxima habrá que afinar la puntería. 

Las circunstancias hacen a un verdadero equipo



Por Joaquín Branne
Cuando Alejandro Sabella sorprendió con su renuncia a la dirección técnica de Estudiantes, ni el más optimista hubiera imaginado un desenlace como éste. Su salida tan resonante como inesperada hacía suponer, como suele ocurrir en estos casos, un presente difuso para un equipo acostumbrado a procesos extensos y a la conservación de un estilo característico.
La identificación del plantel con esa idea futbolística que proponía Sabella y la llegada de un entrenador con conceptos disímiles permitía deducir que el gran momento de Estudiantes había concluido y que a partir de ahora todo volvería a ser cuesta arriba o al menos mucho más complejo de lo que realmente fue. Pero nada de eso ocurrió. Porque pese a un comienzo irregular en cuanto al juego y los resultados, la sucesión no sufrió grandes decepciones. Algunos cuestionamientos aislados por parte de una hinchada acostumbrada a las victorias y el reclamo de ciertos sectores del periodismo fueron suficientes para un despertar exitoso, que comenzó con la victoria ante Gimnasia y que se mantiene hasta el día de hoy.
Guaraní, Racing, All Boys y Tolima fueron, entre otros, testigos de esta remontada que ilusiona a su gente y que mantiene calmo a Eduardo Berizzo luego de algunos rumores de disconformismo por parte del plantel profesional.
Hoy por la tarde dio un paso más que importante para las aspiraciones de coronación. En Colombia, Estudiantes cumplió su primer gran objetivo a corto plazo: acceder a los octavos de final de la Copa Libertadores. 

“Yo peleo porque se hable de fútbol”

Por Lucas Parnes
Esta tarde salió al aire una entrevista que Matías Martin le hizo a Sergio Batista, días antes de los amistosos disputados frente a Estados Unidos y Costa Rica. En la misma, el técnico de la Selección Argentina dejó en claro que su proyecto futbolístico va más allá de los pases cortos que se proponen sus jugadores en el campo.
Habló de cómo se vive este deporte hoy en día en nuestro país y apuntó tanto a hinchas, como a periodistas y a la formación de juveniles en los clubes, “Yo peleo porque se hable de fútbol” confesó.
El buen nivel que su equipo demostró en varios momentos del primero de los partidos avivó en los últimos días la eterna idea de que se puede soñar con jugar bien al fútbol incluso en la selección nacional, y el “Checho” aprovechó la situación para defender sus ideales y enviar su mensaje a la gente: “Tenemos que aplaudir al jugador que gambetea, no al que se tira al piso”.
Esta frase podrá sonar exagerada, pero al fútbol argentino no le vendría nada mal volver a creer un poco en estás ideas románticas sobre el juego con la pelota a ras del piso, tratada con paciencia y cuidado. Algo que no se ve muy a menudo, especialmente en el torneo local, de esto Batista culpó al trabajo de divisiones inferiores argumentando que los más jóvenes deben estar menos tiempo en el gimnasio y más divirtiéndose con la pelota, “Me gustan los jugadores técnicos” agregó.
Todavía faltan mejorar muchas cosas para que nuestra selección este a la altura de los mejores equipos del mundo, sin embargo, el técnico cree en su proyecto y deja un mensaje más que claro. Lo cierto es que se podrá estar de acuerdo o no con el funcionamiento del conjunto argentino, pero si algo no se le puede discutir a Batista es que cuando opinamos, deberíamos dedicarnos a hacerlo únicamente, sobre lo que importa. El fútbol.

martes, 29 de marzo de 2011

Arjen Robben, el crack no reconocido



Por Joaquín Branne
Arjen Robben ha hecho méritos suficientes para ser considerado uno de los mejores futbolistas de la actualidad. Lo ha demostrado en el Bayern Munich, donde milita actualmente, y también en los equipos de turno en los que le tocó integrar durante su exitosa carrera deportiva.
Louis Van Gaal, entrenador del conjunto alemán, sabe que cuenta con uno de los más destacados jugadores del mundo e intenta aprovecharlo lo máximo posible. El ha logrado lo que nadie nunca antes ha podido: que el holandés sea líder futbolístico.
En un esquema poco visto en el fútbol actual (4-2-3-1) Robben se ubica en el sector derecho de la línea más cercana al delantero de punta y a partir de allí, con elegancia y talento, recorre toda la zona ofensiva y hasta ayuda, en más de una ocasión, a la defensa.
En la armonía del equipo, el hábil volante se destaca por encima del resto por ser la cuota de desequilibrio, el jugador capaz de romper contra cualquier cerrojo defensivo y en una maniobra cambiar el rumbo de un partido. En cuarenta y siete encuentros disputados con la camiseta del Bayern Munich, convirtió treinta y dos goles y dio una innumerable cantidad de asistencias.
Además fue protagonista excluyente de los tres campeonatos obtenidos con el elenco alemán en el 2010, año en que logró hacerse con el premio al mejor jugador de la liga. En el país bávaro parece haber encontrado su lugar en el mundo. Allí, en el majestuoso Allianz Arena ha logrado callar aquellas voces que lo ponían en duda tras la lesión sufrida en su paso por el Real Madrid y dejar en claro que su talento no sabe de límites ni de previstos.
Actualmente Robben es el tercer integrante en el podio de los mejores jugadores del mundo, detrás de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Es tanto su talento, que el Bayern Munich se movió rápidamente para asegurárselo hasta el 2013 y así evitar los rumores que lo vinculaban con el Milan de Italia.